Este lujoso inmigrante, originario del continente sudamericano, ha estado integrado en nuestra gastronomía desde hace siglos. Siempre ha sido una fruta utilizada para aportar sabor y energía a los platos, además de considerarse un símbolo de entusiasmo y amor por la vida.

Su éxito en este sentido se debe sin duda a la sensación “chispeante” que produce al ingerirla y a la sensación de bienestar físico y mental que proporciona. Este efecto está ligado a las propiedades farmacológicas –o más bien “nutracéuticas”– de una sustancia que contiene en abundancia: la capsaicina.

Esta sustancia, presente en los frutos y semillas de los chiles, desencadena la liberación de adrenalina, lo que provoca una reacción energizante, seguida de la liberación de endorfinas. Entre sus beneficios también se encuentran el de favorecer el metabolismo de las grasas y el de poseer la mayor concentración de vitamina C del reino vegetal.

Los chiles vienen en muchas especies diferentes de todo el mundo, clasificadas en una escala de picante en orden descendente. Entre los más ricos en capsaicina están el jalapeño verde, el jalapeño rojo y el habanero. Los tres son muy picantes, pero el habanero los supera en picante y ofrece un sabor más dulce. Agregar unas gotas de salsa de chile, como las que produce Acetaia Guerzoni , no solo hará que sus platos sean especiales, sino que también le permitirá disfrutar de todas las virtudes curativas de los chiles.

Entre sus beneficios para la salud destacan la mejora de la circulación sanguínea, el aumento de la motilidad intestinal, la reducción de los niveles de colesterol malo en sangre, el mantenimiento de células jóvenes y vitales gracias a sus propiedades antioxidantes, y la exhibición de acciones antibacterianas y antihistamínicas. Sin embargo, el beneficio más apreciado es su efecto adelgazante.

En resumen, a partir de ahora, en lugar de comprar suplementos de vitamina C o productos quemagrasas caros y sin sabor, empieza a añadir salsas de chile a tus platos y notarás los primeros beneficios en pocos días.

Recuerda que la naturaleza nos proporciona muchas plantas beneficiosas que no sólo realzan el sabor de tu cocina sino que también mejoran tu salud y bienestar.

¡Que todos disfruten del picante!

Mara Antonaccio