Desinfección de superficies. ¿Estamos seguros de que lo estamos haciendo bien?
Desde hace algunos meses nos tenemos que ocupar de la limpieza de superficies para garantizar una higiene óptima en la batalla contra la propagación del coronavirus. Sin embargo, hay algunos datos alarmantes procedentes de Estados Unidos que deberían hacernos reflexionar sobre el hecho de que no siempre elegimos adecuadamente los productos más adecuados para la limpieza de nuestros hogares y lugares de trabajo. Quizás no todo el mundo sepa que en Estados Unidos la AAPCC (Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamientos) recopila periódicamente datos relacionados con intoxicaciones por venenos y agentes químicos. Los datos recopilados en el primer trimestre de 2020 (consideremos que el estado de Washington notificó su primer caso de COVID-19 el 19 de enero de 2020) mostraron un aumento en las notificaciones de intoxicación por detergentes químicos en comparación con el mismo período de 2019. En particular, Los centros toxicológicos de EE. UU. recibieron 45.550 llamadas debido a intoxicaciones por limpiadores y desinfectantes químicos, un aumento general de más del 20% en comparación con el año anterior. Aún más impresionante es la cifra correspondiente a los niños, ya que la mayoría de los informes se referían a niños menores de 5 años. Aunque los datos no prueban un vínculo directo entre las exposiciones y la intensificación de las operaciones de limpieza debido a la presencia de COVID-19, hay Sí parece haber una clara asociación temporal con un mayor uso de estos productos. Un análisis más detallado del aumento de las llamadas mostró que, de todas las categorías de detergentes, los hipocloritos representaban el mayor porcentaje de intoxicaciones por inhalación. Entonces, ¿qué causó esto? En primer lugar, a menudo no se seguían las instrucciones correctas de dilución de hipocloritos (es decir, lejía), lo que daba lugar al uso de detergentes muy concentrados. Además, con el objetivo de aumentar el poder desinfectante, se mezclaron por error productos químicos muy diferentes, provocando una reacción y generando vapores tóxicos. Recordemos que el ISS (Istituto Superiore di Sanità, Instituto Nacional de Salud de Italia) indica con autoridad que los desinfectantes a base de cloro deben usarse solos y tener una concentración del 1% para desinfectar superficies y destruir virus. Por otro lado, si deseamos preparar en casa un litro de solución desinfectante de hipoclorito de sodio al 0,1% (la misma de una marca conocida), debemos diluir 10 ml de lejía en 990 ml de agua. Si queremos obtener una desinfección antibacteriana completamente natural podemos utilizar vinagre de manzana de forma muy eficaz. Su poder antimicrobiano está garantizado gracias a la presencia de ácido acético en una concentración tal que es capaz de matar patógenos importantes como Staphylococcus aureus (responsable de enfermedades de la piel y algunas neumonías bacterianas) y Salmonella Typhi (responsable de importantes infecciones intestinales). Recientemente se descubrió que una solución de ácido acético al 6% (el mismo que está presente en el vinagre de manzana) es capaz de matar la bacteria de la tuberculosis en sólo 30 minutos. De estos importantes estudios podemos deducir que el vinagre se puede utilizar de forma segura para la limpieza diaria de toda la casa, obteniendo así un importante aliado en la higienización bacteriana de superficies. ¿Cómo deberíamos usarlo? Se puede utilizar puro para limpiar los estantes de la cocina, el frigorífico y todas las superficies con las que entramos en contacto a diario o diluido para limpiar eficazmente los suelos. Si queremos obtener un detergente en spray de gran eficacia y completamente seguro para nuestra salud y la de nuestros hijos, podemos diluir un vaso de vinagre en un litro de agua y dejar caer unas rodajas de limón para infusionar. El limoneno presente en la piel será aportado a la solución por el vinagre y aportará a nuestro detergente un poder antibacteriano infalible contra la mayoría de patógenos.